¿Siempre asumes más de lo que puedes manejar? ¿Buscas una manera de concentrarte en tu trabajo sin distraerte con las prioridades de los demás?
 Los emprendedores productivos y los gerentes exitosos toman decisiones inteligentes sobre cómo invierten su tiempo, energía y recursos. Aquí tienes una lista de actividades que quizás quieras excluir de tu rutina: 
Actividades que puedes delegar
 No puedes construir nada sobre tus debilidades. Céntrate en tus fortalezas. Por ejemplo, puede que tengas excelentes habilidades de copywriting y puedas escribir el mejor texto del mundo, pero tienes problemas con el contenido fotográfico que lo acompaña.
 Di NO a todas las horas que pierdes estudiando tutoriales en línea o desarrollando habilidades de diseño gráfico. En cambio, concéntrate en lo que puedes hacer mejor y delega la gestión de redes sociales en otra persona.
 Por otro lado, si trabajas en una empresa grande, quizás destaques en el análisis de datos, pero tengas dificultades para presentar la información de forma visualmente atractiva. En lugar de intentar mejorar tus habilidades con PowerPoint, te recomendamos hablar con un compañero que pueda convertir tu análisis a un formato fácil de entender. De esta manera, podrás avanzar más rápido al centrarte en tus fortalezas en lugar de intentar mejorar tus debilidades. 
Solicitudes urgentes, pero no importantes
 Recibes un correo electrónico con una solicitud urgente en tu bandeja de entrada. La respuesta tarda unos 10 minutos y no tiene nada que ver con lo que estás haciendo. Aunque es bueno ayudar a los demás, estas actividades urgentes, aunque sin importancia, consumen tiempo y energía mental. La situación te resulta familiar, ¿verdad?
 Di SÍ a las tareas importantes que te ayuden a alcanzar tus metas más rápido y di DESPUÉS a cualquier otra cosa. Después de terminar tu trabajo, puedes retomar esas solicitudes y actividades. 
Formas agotadoras de trabajar
 Hay gerentes de ventas que organizan su jornada para estar constantemente rodeados de otros. Este estilo de trabajo los motiva y les ayuda a ser eficientes.
 Por otro lado, hay gerentes que necesitan tiempo y espacio personal para reflexionar antes de tomar una decisión. Les gusta trabajar en paz y soledad, y estar rodeados de gente los agota y les impide concentrarse.
 No se puede decir que un estilo sea bueno o malo. Es más, ambos son válidos, siempre que den resultados. No te acerques a un estilo que no te convenga solo porque le dé resultados a otra persona. 
Di NO amablemente
 Aprender cómo y cuándo decir no es una habilidad que requiere práctica. Es especialmente difícil si estás acostumbrado a cuidar constantemente de los demás.
 Cuando te conozcas a ti mismo y a tu estilo de trabajo, podrás identificar mejor las situaciones en las que necesitas negarte o posponer algo hasta que tengas tiempo de ayudar a un colega o amigo.
 ¡Esperamos que tengas en cuenta estos consejos y seas más eficiente en tu negocio!

