¿Quieres ser empresario? ¿Ya tienes una idea y el estilo de vida dinámico de los empresarios te fascina e inspira? Para emprender, te das cuenta de que tendrás que asumir riesgos , dejar tu trabajo actual y sobrevivir sin ingresos por un tiempo.
En teoría, todo está claro. En la práctica, todo se reduce a cuatro palabras : no tienes dinero .
Pero ¿qué pasaría si descubrieras que la gran mayoría de los emprendedores exitosos empezaron así: sin dinero, sin un capital considerable, solo con valentía y acciones? Probablemente te sientas un poco más animado ahora, pero aún no lo suficiente como para ponerte manos a la obra.
Empecemos por la esencia del problema. ¿Por qué necesitas dinero para emprender un negocio?
Aunque parezca un problema, la falta de dinero no debería impedirte hacer realidad tus sueños empresariales. No hay una tarifa fija para iniciar un negocio. Sería bueno hacer un cálculo para ver exactamente cuánto necesitas. Esto te facilitará establecer una tarifa mínima o buscar fuentes de financiación alternativas.
Por lo general, los gastos inevitables al iniciar un negocio incluyen el registro de la empresa, las licencias de actividad, el equipo de producción, la mercancía, el almacenamiento, la oficina, los empleados, etc. Una vez que se anotan estos montos y se pueden visualizar, el capital necesario queda más claro. Pero aun así, ¿cómo se puede emprender si no se cuenta con mucho dinero ?
Con estos costos iniciales ya establecidos y siendo evidente que tu dinero no te alcanza para ello, tienes dos opciones: aumentar tu capital proveniente de fuentes externas o disminuir tus gastos.
Aumentar el capital de fuentes externas
Aquí hay varias opciones:
- Pedir prestado a familiares o amigos
- Tomar un préstamo
- Busque inversores y convénzalos de que cubran parcial o totalmente los gastos relacionados
- Estás iniciando un proyecto de financiación colectiva
- Solicitar subvenciones
Reducir gastos
Otra opción sería cambiar fácilmente el modelo de negocio que quieres lanzar a uno que requiera menos gastos, al menos en la etapa inicial:
- En lugar de crear una empresa, empieza ofreciendo servicios de consultoría, pero como freelance.
- En lugar de alquilar una oficina, empieza a trabajar desde casa
- Busque proveedores más baratos o que acepten pago a plazos
- Inicia un periodo de prueba de tu idea, lanzando un blog/página en redes sociales, donde te dirijas a un público objetivo limitado y ofrezcas un espectro estrecho de servicios/productos.
La falta de dinero, total o parcial, no significa que no tengas otra opción y debes aceptar que nunca lanzarás tu negocio. Tus habilidades son las que generan la idea de negocio. Combínalas con un poco de marketing y mucho trabajo, y el resultado te sorprenderá.
Si realmente crees en tu idea de negocio, no dudarás en hacer pequeños sacrificios personales, como regalar tiempo libre, ahorros personales, el compromiso de pedir un préstamo y devolverlo más adelante, etcétera.


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