Cualquier director, ya sea que dirija una empresa, un departamento o un proyecto, se enfrenta a las situaciones que se enumeran a continuación:
#Caos
No sabes qué hacer y cómo actuar, qué tareas se hicieron mal y quién las realizó, cuáles son los resultados de la actividad de tu equipo o ya no puedes estar al tanto de lo que ocurre en la empresa.
El caos no favorece el trabajo de un director. Debe ser él quien establezca las direcciones del movimiento y coordine el proceso de principio a fin, pudiendo decir con exactitud en qué etapa se encuentra un proyecto.
#Punto Final
Los bloqueos ocurren tanto en empresas grandes como pequeñas. Es imposible que una actividad se prolongue sin bloqueos durante años, a menos que esta no implique estar sentado sin hacer nada. Incluso en estas situaciones, las necesidades fisiológicas pueden abrumarte.
La ley de la naturaleza también se aplica en los negocios. Un director suele explicar por qué llegó a esa situación y, aún más importante, cómo puede el equipo superar este bloqueo. Por último, es quien presenta el resultado al fundador o al gerente sénior.
#Desafíos inesperados
Es cuando tienes un plan bien establecido, el mapa ideal de principio a fin, y de repente ocurre algo inesperado. Bueno, incluso en esta situación, el director no tiene excusa. ¿Por qué no pensó en la gestión de crisis?
Lo que es seguro es que los desafíos inesperados nos están esperando a la vuelta de la esquina, esperando encontrarnos en el momento justo para aparecer.
#Zona de confort
¿Por qué creemos que la zona de confort es una confrontación? Porque una vez que un director entra en ella, ya no busca oportunidades de crecimiento y desarrollo. La zona de confort puede generar esa ruptura que la competencia aprovechará para superarlo. No le permite generar soluciones únicas que ofrezcan una mayor apertura al negocio, al proyecto o al equipo que lidera.
#Crecimiento rápido
Esta es la quinta situación en la que inevitablemente se encontrará un buen director. Él generó este crecimiento, lo siguió y ahora tendrá que coordinarlo.
¿Pero sabes cómo funciona un coche de alta velocidad cuando la maniobra no está calculada? El aumento de velocidad obliga a los conductores de negocios y de equipo a ser cuidadosos y elegir con precisión sus movimientos. Aunque pueden llegar al punto deseado más rápido, los golpes generados por acciones o inacciones pueden ser fatales.
Cualquiera de las imágenes descritas anteriormente representa una confrontación . No se puede decir que estas situaciones sean fáciles de gestionar, que no perturben la tranquilidad o que tengan fácil solución. Esperamos que, como emprendedor, cuando te enfrentes a ellas, estés más preparado para hacer lo que se debe hacer.

