¿Por qué necesitamos zonas fiscales preferenciales?

15.07.2020

Escrito por Tudor Mardari

¿Por qué necesitamos zonas fiscales preferenciales?

Para tener éxito y dirigir un negocio de forma rentable, es importante que la empresa no sólo busque nuevas formas de aumentar sus ingresos , sino que también se esfuerce por reducir de manera competente sus costos .

Una de las principales fuentes es, por supuesto, la deducción fiscal. Para reducir y optimizar estos costos, la empresa deberá implementar un
sistema de planificación fiscal competente . A menudo, la etapa de optimización fiscal incluye el uso de una zona de tributación preferencial.

¿Cómo puede ayudar a optimizar los impuestos?
Empecemos por lo básico. No es ningún secreto que todas las empresas, tanto pequeñas como grandes, participan en el comercio internacional, importan y exportan bienes o realizan transacciones financieras internacionales.

Cada vez más, los empresarios modernos se fijan en el sistema de planificación fiscal internacional corporativa. A medida que los riesgos para las empresas locales aumentan rápidamente, la relevancia de este sistema se acentúa.

Hablamos de
riesgos relacionados con la inestabilidad de la legislación fiscal, las crisis que la economía mundial atraviesa con una regularidad envidiable, el aumento de los tipos impositivos y una mayor carga para los empresarios. Para reducir el impacto de todos estos riesgos y, al mismo tiempo, aumentar la eficiencia empresarial, las empresas pueden recurrir a países con un entorno fiscal más favorable.

La legislación fiscal de los distintos países varía, no solo en cuanto a las tasas impositivas, sino también en cuanto a sus métodos de recaudación. Por lo tanto, de forma totalmente legal,
una empresa puede reducir la carga fiscal y, al mismo tiempo, aumentar su rentabilidad.

Con frecuencia, para lograr mejores resultados y objetivos financieros, las empresas recurren a expertos en planificación fiscal, basándose en su experiencia. Esta es la decisión correcta, especialmente cuando recurren a
verdaderos profesionales y no a quienes solo los imitan.

Volviendo al tema de la planificación fiscal, cabe destacar
dos enfoques clave para reducir los impuestos en la empresa:

1. Evasión fiscal directa y agresiva

Este enfoque es algo anticuado, pero sigue funcionando y conlleva varios riesgos corporativos, al menos en las empresas que operan bajo su legislación local. Muchas empresas aún utilizan este método particular para reducir la carga fiscal, sin siquiera temer las consecuencias, en cuyo caso es necesario mantenerse al día y tener un plan B.

Un ejemplo de este enfoque puede ser un aumento artificial del nivel de costes, una disminución antinatural de los ingresos y de los precios de exportación (para las autoridades fiscales), un intento de demostrar que la empresa no está funcionando, mientras que su actividad continúa e incluso está ganando impulso.

Estos esquemas solo funcionan
en determinadas circunstancias y con cierta comprensión de la situación actual, como el intercambio automático de información, la fidelidad bancaria a los pagos de no residentes, etc. Por lo general, deben ajustarse y modificarse según la situación. Al fin y al cabo, los impuestos son una fuente importante de reposición del presupuesto estatal, lo que significa que siempre habrá una pugna activa entre las empresas y el Estado. Las empresas serias, que se preocupan por su reputación, nunca recurrirán a esquemas agresivos de evasión fiscal.

2. Una planificación fiscal leal

Consiste en la construcción competente de un sistema de planificación internacional . Las empresas que utilizan este enfoque prefieren métodos de negocio aún más complejos, pero a la vez completamente legales. Reducen sus impuestos aprovechando algunas lagunas en las leyes tributarias de otros países, pero sin infringir la ley, por lo que no pueden presentar quejas en su contra. Todo se organiza de forma legal, competente y clara, considerando todos los aspectos.

Al mismo tiempo, es importante comprender que cada empresa es única, y que los esquemas que funcionan para una pueden ser completamente inaplicables para otra. Por lo tanto, es fundamental desarrollar planes de planificación fiscal de forma individual, considerando todos los aspectos de la empresa. Por ello, el desarrollo de dichos esquemas debe confiarse a
profesionales .

Utilizar las
zonas de tributación preferencial como herramienta para la planificación fiscal internacional es posible, pero requiere mucha atención. De lo contrario, esta herramienta podría no generar beneficios, sino solo pérdidas de dinero y tiempo.

Durante mucho tiempo, las jurisdicciones con baja tributación se han considerado prácticamente la mejor manera de reducir la carga fiscal de las pequeñas y medianas empresas. Debido a las tasas impositivas más bajas y a las particularidades de la legislación fiscal de estas zonas, las empresas recurren cada vez más a este esquema de optimización fiscal.

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